Episodio titulado La armonía de los mundos, perteneciente a la serie documental Cosmos (1980)
A pesar de lo extendido de esta estúpida creencia en la predestinación de los hombres con relación a la situación de los planetas y estrellas, la nefasta idea de sentirse destinado a vivir ciertos hechos futuros, estudiados hasta por semanas o días, no deja de sorprender a una mente ordenada en un siglo donde la cultura y la enseñanza están al alcance de todos. Esta cerrazón centrada en la idolatría a las pseudociencias no hace más que convertirnos en ganado de redil. El cine tiene buena culpa de esta pagana creencia en los astrólogos, y, generalizando, en la de adivinos varios, espiritistas y vulgares charlatanes de agüero, pues ha popularizado sus estrafalarias figuras.
Por favor, visione este capítulo de la serie divulgativa Cosmos, que explica con gran detenimiento la realidad conocida del Universo y los falsos significados de las imágenes que vemos en las constelaciones, denominadas en épocas pasadas por asuntos bien distintos a los que atenderíamos hoy en día.Mirada al diccionario y luego a la enciclopedia, para los no iniciados:
Astrología: f. Estudio de la posición y del movimiento de los astros, a través de cuya interpretación y observación se pretende conocer y predecir el destino de los hombres y pronosticar los sucesos terrestres.
Astronomía: f. Ciencia que trata de cuanto se refiere a los astros, y principalmente a las leyes de sus movimientos.
Astro: m. Cualquiera de los innumerables cuerpos celestes que pueblan el firmamento.
"No debe confundirse a la astronomía con la astrología. Aunque ambas comparten un origen común, son muy diferentes. La astronomía es una ciencia: los astrónomos siguen el método científico. La astrología, que se ocupa de la supuesta influencia de los astros en la vida de los hombres, es una pseudociencia: los astrólogos siguen un sistema de creencias no probadas o abiertamente erróneas; por ejemplo, no tienen en cuenta la precesión de los equinoccios, un descubrimiento que se remonta a Hiparco de Nicea."
Nota personal. La próxima vez que un pretendiente o una pretendienta le
pregunte qué signo astral es usted, para ver si sus espíritus son afines, no lo
mande directamente a la porra, intente ilustrarle, sáquelo (o sáquela) de su
penumbrosa caverna, con el perjuicio de que sea él o ella quien, al saturarse
de realidad, le mande a usted a freír chuchangas; cuando menos, se habrá
librado usted de un cretino o cretina."No debe confundirse a la astronomía con la astrología. Aunque ambas comparten un origen común, son muy diferentes. La astronomía es una ciencia: los astrónomos siguen el método científico. La astrología, que se ocupa de la supuesta influencia de los astros en la vida de los hombres, es una pseudociencia: los astrólogos siguen un sistema de creencias no probadas o abiertamente erróneas; por ejemplo, no tienen en cuenta la precesión de los equinoccios, un descubrimiento que se remonta a Hiparco de Nicea."
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Ese era un capítulo magnífico. Viendo toda la estupidez que se ha montado en torno a Benito Sagan es un buen antídoto. Saludos.
ResponderEliminarHola profesor. Recurro a Sagan como el que visita un templo de paz, que además es una estupenda academia.
ResponderEliminarA usted he de darle las gracias por su esforzada labor en la difusión de la filosofía.
Un saludo.