Ocurra lo que ocurra, jamás dejen que un mal profesor o una mala profesora les desmoralicen. Jamás permitan que una mala profesora les desanime a seguir adelante en algo que realmente les guste. Ahí afuera hay docentes que no tienen las verdaderas cualidades de un buen profesor, no saben explicar, no son capaces de desarrollar una idea que consiga que el alumno asimile nuevos conceptos, no se esfuerzan por expandir los conocimientos de aquellos que quieren escuchar, son INCOMPETENTES en su oficio. Ojalá no hubiera profesores que ejerzan su profesión de forma tan nefasta como una que conocí hace poco, ojalá esas personas no tuvieran acceso a la docencia, pero, desgraciadamente, están ahí, esparciendo su incomprensión y malos modales, con una falta absoluta del verdadero conocimiento que debe tener todo docente: tener la sabiduría suficiente, saber mostrarla y animar al alumno a continuar en su camino de aprendizaje, entre otras muchas cosas.
Impartir un curso y dar clases de una materia no consisten en susurrar malhumoradamente "hagan estos ejercicios" (corrigiéndolos a toda prisa, sin dar explicaciones, y así todos los días). ¡No! Dar clases de una determinada asignatura significa EXPLICAR los intríngulis de esa determinada asignatura.
Dedico esto que escribí arriba a la peor profesora que he conocido en mi más de medio siglo de vida (una docente de inglés de nivel C1), ojalá nadie vuelva a ser desmotivado-a por tu incompetencia.