domingo, 11 de septiembre de 2011

El proceso, Kafka por Orson Welles

Una de las películas más populares en la historia del cine es ¡Qué bello es vivir! (1946), del director Frank Kapra; y lo es, en parte, gracias al despiste de su productora de no renovar los derechos de autor en 1974. De esa forma, la película es de dominio público y durante muchos años la hemos podido ver en numerosas cadenas de televisión, casi siempre en navidad. Basándome en ese principio de esparcimiento gratuito y su seguido éxito, coloco aquí (gracias a Internet y lo olvidada que está la cinta en cuestión) una de las mejores películas que incitan a pensar, queridos amigos: El proceso (1962), del director Orson Welles. La que bebe y se alimenta de la inquietante novela de Franz Kafka, publicada tras su muerte en el año 1925. Porque prefiero que nos concentremos en las imágenes, los diálogos y sus significados, dejo de lado hacer una crítica a lo visual y su técnica, la música o los cambios del argumento original que tiene este filme. Sacudan, pues, su alma con el visionado de este estupendo largometraje:

La fortuna quiso que, tiempo después de publicar este artículo, la película en cuestión fuese borrada de los archivos de YouTube. Solamente me queda dejar aquí el anuncio de la misma y unas breves consideraciones sobre el excelente actor Anthony Perkins:

Anuncio de la película El proceso (1962)

El actor Anthony Perkins, uno de mis favoritos, realiza una composición ejemplar de un hombre sometido por un sistema que es implacable con los individuos que lo componen. Hasta sus secuaces tienen una justificación para sus actos, temen la represión de sus superiores. El sentimiento de culpabilidad está en nosotros desde pequeños. Esta trama nos hará tragar algunos nudos en la garganta.

Fotograma de la película El proceso (1962)
La puerta de la Justicia se nos hace muy grande, los designios de la Ley son inescrutables, como los divinos. En esta secuencia, el silencio no puede superarse con palabras. Siempre hay una puerta como esa para cada uno de nosotros.

Fotografía del gran actor Anthony Perkins
Un actor cuyo único delito fue encontrarse en su camino con un papel más grande que cualquier intérprete, el de Norman Bates, de Psicosis (1960). Perdió así muchas oportunidades de demostrar sus estupendas dotes interpretativas. Puedes apreciar dichas cualidades en otros dos trabajos muy distintos de Perkins: El precio del éxito (Fear strikes out, 1957) y en un pequeño, pero muy aprovechado papel en: El juez de la horca (The life and times of judge Roy Bean, 1972).

 ___________________________________________________________________

Te invito a visitar mis cuadernos en la Red:

Aprende Inglés en tres años (está en construcción y ya tiene varias lecciones),
El periódico más breve (dedicado al cine, la televisión, el teatro, los libros...),
El cuaderno de Héctor y sus libros (sobre los libros que he publicado en Amazon),
Tina Majorino (dedicado a la joven actriz. Su primera publicación fue en Lycos, en 2003).

______________________________________________________________

Zona de anuncios

2 comentarios:

  1. El proceso es una adaptación correcta de la novela de Kafka. A este respecto se puede decir algo sobre las relaciones entre literatura y cine. Orson Welles hizo de una malísima novela (La dama de Shangai) una estupenda película. Suele ocurrir a la inversa: la adaptación de una gran novela es igual a mala película. Sin embargo, en este caso Orson Welles, aunque está lejos del original, mantiene el pulso hasta donde puede.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Hola profesor. Gracias por dejar su comentario, con el que además estoy de acuerdo. Me inquietaron las dos, la novela y la película, aún con los cambios de la última. Esto de las visiones de las novelas suele disgustarme, porque el director acostumbra a distorsionar las ideas; por ejemplo, Los viajes de Gulliver, de Swift, que hasta hace poco no tenía una buena versión cinematográfica. O lo que ocurrió con Tristam Shandy, Tristram Shandy: A Cock And Bull Story (2005), ¿qué diablos es eso?

    ResponderEliminar

Hola. Recuerda que todos podemos tener una opinión distinta. No recurras al insulto en tus comentarios o serán eliminados sin tenerlos en cuenta. Procura explicar tu punto de vista sin caer en la descalificación de los que no piensan como tú. Tenemos un cerebro para discurrir y trabajar con las ideas, somos algo más que puños y dientes. Gracias.