sábado, 17 de noviembre de 2012

El cine y la literatura contienen la única realidad que existe

Comienzo de la novela Don Quijote de la Mancha, parte I (1605)
El de arriba será el principio de la gran novela de Cervantes por toda la eternidad. Lo que narra pertenece al mundo real.

La única forma de realidad está en el cine y en la literatura. La realidad deja de lado al teatro porque en ese hay variaciones; una indisposición de un intérprete, un traspiés de otra, y su mundo varía, ya no es real, ya no podemos afirmar que sucederá esto o lo otro invariablemente. ¿Se sabe que un mundo es real cuando no hay variación? Sí, esto es así aunque cambie infinitamente la condición de todos los lectores o espectadores de una obra, pues en verdad lo interesante está en los que viven esas historias (que nosotros llamamos ilusoriamente ficticias): todos perciben que algo les ocurre de una forma concreta; pongamos el ejemplo del autor que escribe una novela con 20 años. Pasan 30 años y el autor relee lo que ha escrito, piensa en cambiar cosas, ya aquella realidad de sus 20 no es la misma que la que percibe a los 50. Más tarde se da cuenta que no debe cambiar nada, que aquello nació de su yo juvenil, que no tiene derecho a añadirle diferencias, aquello pertenece a una realidad invariable, es lo único que es real de verdad, él ha cambiado, él ya no es el mismo ser, ha dejado de ser real. Si cometiera el engaño de variar algo, habría convertido su obra en falsa.

Plano sesgado y engañoso del duelo en El hombre que mató a Liberty Valance (1962)

 Plano general del duelo en El hombre que mató a Liberty Valance (1962)
Veamos el ejemplo cinematográfico: la comentada escena en que el personaje que interpreta James Stewart en El hombre que mató a Liberty Valance (1962) cree haber matado en un duelo al mismísimo Liberty Valance. ¿Por qué es más real esa secuencia, a pesar del engaño que lleva en su encuadre de cámara, que otra del que llamamos mundo real en que vemos caer un botón de nuestra camisa y se pierde delante de nuestros ojos debajo de la cama? La respuesta no puede ser más sencilla: en una nueva proyección, el personaje siempre creerá que es él el que dispara y mata al villano. Sin embargo, de todos los botones que perdamos bajo la cama, nunca tendremos la certeza de si en verdad han caído ahí o debajo de un mueble cualquiera, la mesa de noche tal vez. El mundo que llamamos real nos engaña hoy sí, mañana no; la novela y el cine describen siempre los mismos hechos de igual manera, los personajes que habitan en ese mundo existente (cuando le damos vida en nuestro falsa realidad) siempre ven las cosas de una manera concreta, bajo la imposibilidad de hacerlo de otra forma, el suyo es un paraíso de realidad.

La trayectoria del botón que cae es confundida en nuestro falso mundo
Entre el botón que cae y el que reposa escondido a nuestra vista en el suelo existe un abismo de falsa realidad.

Recordemos la temible puerta que encuentra el atribulado personaje de la novela de Kafka, El proceso: aunque esté nevando en nuestro mundo falso, aunque un tsunami destruya todas las viviendas de nuestro alrededor, siempre habrá una puerta esperando a ese campesino, está ahí para él y nunca la podrá evitar... Ni siquiera, por tanto, la muerte nuestra es real, pues puede ser ahora, si, por ejemplo, se parara nuestro corazón, o dentro de 60 años, por los efectos de un cáncer de próstata, quién sabe. Un enfermo de alzheimer es la prueba viviente de que nuestro mundo no es real: puede confundir a su hijo con un sobrino, esta tremenda variación tan trastocada viene a espetarnos a la cara: no eres sino lo que percibes o lo que otro percibe de ti. Un engaño en toda regla. Sin embargo, para Madame Bovary siempre su final será de una forma, el veneno al que acude es lo único que la separará de la congoja que sufre en su mundo tan real e invariable.

Representación teatral de la obra Seis personajes en busca de autor, de Luigi Pirandello
Pero regresemos al teatro para matizar unos aspectos de su realidad. A mi entender: si es escrito, es real, pero al ser representado y sufrir ligeras o grandes transformaciones se convierte en irreal. Acudamos ahora a Luigi Pirandello y a sus Seis personajes en busca de autor. Como bien dice Pirandello en boca de sus personajes: lo que hoy nos parece real, mañana se convertirá en una ilusión. Me pregunto: ¿podemos confiar en algo así?

Lectura de este ensayo por un ente de ficción


___________________________________________________________________

Te invito a cualquiera de mis cuadernos en la Red:

Aprende Inglés en tres años (está en construcción y ya tiene varias lecciones),
Cómo aprobar el inglés de Bachillerato (si quieres tener material para repasar el inglés que estudias en Bachillerato y poder aprobar la asignatura o sacar mejores notas, este es tu cuaderno. Contiene cientos de frases que te ayudarán a entender mejor el idioma inglés),
El periódico más breve (dedicado al cine, la televisión, el teatro, los libros...),
El cuaderno de Héctor y sus libros (sobre los libros que he publicado en Amazon),
Tina Majorino (dedicado a la joven actriz. Su primera publicación fue en Lycos, en 2003).


______________________________________________________________

Zona de anuncios

Libros para niños, adolescentes y adultos





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola. Recuerda que todos podemos tener una opinión distinta. No recurras al insulto en tus comentarios o serán eliminados sin tenerlos en cuenta. Procura explicar tu punto de vista sin caer en la descalificación de los que no piensan como tú. Tenemos un cerebro para discurrir y trabajar con las ideas, somos algo más que puños y dientes. Gracias.