domingo, 3 de marzo de 2013

Sobre mi disgusto con cierta parte de la literatura alemana

 Retrato de Arthur Schopenhauer a la edad de 27 años, por Ludwig Sigismund Ruhl, en 1815 

Dejé de lado a Friedrich Schiller (Don Carlos, 1788) y a Johann Wolfgang von Goethe (Fausto, 1806-1832) no por ser alemanes, que lo son, sino porque su literatura me empezó a parecer con los años demasiado artificial, algo no natural y distanciado de mi particular gusto: una historia humilde como espejo de una humanidad dolorida. Para entenderme, téngase en cuenta a los autores con los que sigo disfrutando, que son: los rusos (Chejov, Gorki, Dostovieski), los franceses (Zola, Balzac, Stendhal y Flaubert), los ingleses (Sterne, Thackeray, Dickens, las Brontë…) y por supuesto: Cervantes y Benito Pérez Galdós.

No pretendo mezclar la literatura con la nacionalidad de los autores, la división es meramente informativa. No creo que sea bueno generalizar, pero sí que hay algo en un texto de otro alemán, el filósofo Schopenhauer, que explica muy bien la forma que me hace también a mí rechazar a los alemanes en lo literario, salvando a Nietzsche y al mismo Schopenhauer.

Schopenhauer decía sobre el Nacionalismo:

El verdadero carácter nacional de los alemanes es la pesadez. Salta a la vista en su paso, en su modo de ser y obrar, en su lengua, relatos, discursos y escritos, en su manera de comprender y pensar, pero sobre todo en su estilo. Se conoce en el gusto que tienen de construir largos periodos, pesados, confusos.



Su objetivo parece ser el de colocar en cada frase una puertecilla de escape, y luego darse aires de aparentar decir más de lo que en realidad han pensado. En fin, son estúpidos y aburridos como gorros de dormir.



Desprecio a la nación alemana a causa de su necedad infinita y me avergüenzo de pertenecer a ella.


Schopenhauer. El amor y otras pasiones. La libertad. Editorial Libsa. Madrid. 2001.

En lo literario, estoy de acuerdo con Schopenhauer. La patria y la literatura están más ligadas de lo que algunos deseamos que ocurra.

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2 comentarios:

  1. ¿Conoce el libro de Rosa Sala Rose sobre la literatura alemana? Es la mejor radiografía sobre literatura y nación que conozco. le enlazo la conferencia sobre el tema en la Juan March

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  2. Hola Jordi Pérez. La tremenda erudición de Goethe es muy admirable, sin embargo, no satisface mis deseos de una lectura de prosa más fluida, cómoda, agradable y lógica, sin los embrollos naturales de los alemanes. Claro que sólo es, como no puede ser de otra forma, mi humilde opinión de lector sometido a unas pulsiones propias. Muchísimas gracias por hablarme del libro, ensayo, de Rosa Sala Rose. He escuchado la conferencia que he encontrado en la Red. Estoy de acuerdo con ella, añado, además, que Auschwitz no fue algo casual; esa nación llena de cultura, como es Alemania, está también plena de una mueca seria (tan de ser superior que no sonríe y mucho menos ríe). Tremendo. Mi pregunta ahora es: ¿por qué se dan totalitarismos en naciones que ríen como son Cuba o Venezuela? Saludos cordiales.

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