Carlos Pumares, ese gran irascible carente de la más mínima educación.
Sí, fallece, y ahora aparecen muchos faltando a la verdad, afirmando que
ese señor tenía un programa de radio con el que podías aprender algo
referente al séptimo arte, el cine. Eso es totalmente falso. Ese locutor
apenas trataba el asunto cinematográfico, lo suyo era gritar y faltar al
respeto a sus propios oyentes, con él no aprendías sobre el guion, el
lenguaje cinematográfico, los movimientos de cámara, la dirección de
actores, la iluminación, etcétera. El programa de radio "Polvo de
estrellas" (1982-1992) se mantuvo a altas horas de la noche en una emisora de radio
con audiencias bajísimas porque, siendo sinceros, con algo tenían que
rellenar esa franja horaria. Una empresa no puede mantener tal situación
durante muchos años, y menos en aquella época, en la que había más
dinero en juego, pues la radio todavía tenía muchos adeptos. Estamos
hablando de un profesional que trataba mal a sus propios seguidores.
Carlos Pumares era un señor mayor (ya lo era a finales de los años 80), que se enfadaba por cualquier cosa, gritaba incluso a los radioyentes más educados que le llamaban para preguntarle sobre una actriz, un guion, una película, cualquier cosa provocaba la ira de ese sujeto. A mediados de los años 80, intenté escuchar varios programas de este iracundo profesional, pero me resultaba imposible soportar su mal humor. Parece que la gracia de dichos programas estaba en el temperamento irascible de Pumares, y los enfados que se cogía en cualquier momento. Para mí, eso resultaba insoportable. Hay quienes afirman que alguien le llamaba para tomarle el pelo, claro, para muchos resultaba gracioso enfadar a este ogro, y él era tan poco inteligente, que caía en su juego: "¡Tengo tu teléfono, te vas a enterar!" Gritaba el tipo, mientras farfullaba palabras de condena. Claro, señor Pumares, que ese "bromista" le va a llamar a usted desde su casa. ¡Le llamaban desde cabinas públicas, que en la ciudad había a porrillo, alma de cántaro!
Con el debido respeto: Jamás aprendí algo realmente interesante del tal Pumares, el tipo había leído algún libro de cine, y sabía lo mínimo sobre algún director clásico, como John Ford, Alfred Hitchcock, Frank Capra, etcétera, pero no se esforzaba por entender el cine moderno (de aquellos años 80 y principios de los 90), o el de cualquier otro sitio que no fuera Hollywood.
En definitiva, me molesta que, cuando alguien muere, aparezcan cientos de zascandiles a cambiar la realidad para decir: "¡Qué bueno era!" ¡Era más malo que la quina! Y con él no aprendías sobre la asignatura cinematográfica, solamente escuchabas a un señor mayor enfadado, soltando la bilis a diario, desahogándose de sus problemas en una emisora de radio. Que descanse en paz su alma.
Carlos Pumares era un señor mayor (ya lo era a finales de los años 80), que se enfadaba por cualquier cosa, gritaba incluso a los radioyentes más educados que le llamaban para preguntarle sobre una actriz, un guion, una película, cualquier cosa provocaba la ira de ese sujeto. A mediados de los años 80, intenté escuchar varios programas de este iracundo profesional, pero me resultaba imposible soportar su mal humor. Parece que la gracia de dichos programas estaba en el temperamento irascible de Pumares, y los enfados que se cogía en cualquier momento. Para mí, eso resultaba insoportable. Hay quienes afirman que alguien le llamaba para tomarle el pelo, claro, para muchos resultaba gracioso enfadar a este ogro, y él era tan poco inteligente, que caía en su juego: "¡Tengo tu teléfono, te vas a enterar!" Gritaba el tipo, mientras farfullaba palabras de condena. Claro, señor Pumares, que ese "bromista" le va a llamar a usted desde su casa. ¡Le llamaban desde cabinas públicas, que en la ciudad había a porrillo, alma de cántaro!
Con el debido respeto: Jamás aprendí algo realmente interesante del tal Pumares, el tipo había leído algún libro de cine, y sabía lo mínimo sobre algún director clásico, como John Ford, Alfred Hitchcock, Frank Capra, etcétera, pero no se esforzaba por entender el cine moderno (de aquellos años 80 y principios de los 90), o el de cualquier otro sitio que no fuera Hollywood.
En definitiva, me molesta que, cuando alguien muere, aparezcan cientos de zascandiles a cambiar la realidad para decir: "¡Qué bueno era!" ¡Era más malo que la quina! Y con él no aprendías sobre la asignatura cinematográfica, solamente escuchabas a un señor mayor enfadado, soltando la bilis a diario, desahogándose de sus problemas en una emisora de radio. Que descanse en paz su alma.
P. D. Para los que no hayan entendido mi punto de vista en este
artículo, visiten el canal de YouTube "StudioBinder", escuchen las
explicaciones que dan esos profesionales en cualquiera de sus vídeos,
compárelas con las charlas de este señor del que me quejo
aquí, la diferencia de calidad y enseñanzas cinematográficas es abismal.
Esa es una de las razones por las que España va con atraso, porque aquí
se cultiva la ira y el esperpento, y no la educación y la cultura.
Este ha sido un artículo de H. M. P. para su cuaderno El periódico más breve.
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