Montgomery Clift fue uno de los mayores iconos del Hollywood clásico; aunque no fue una estrella al uso, creada por los estudios, él tenía una amplia formación teatral en el momento de rodar su primer film. Era un hombre dotado de una gran belleza, que gustaba a millones de románticas mujeres que soñaban con sus ojos azules. Pero un terrible accidente de tráfico, cuando tenía 36 años, le robó su rostro joven, y, al reconstruírselo los cirujanos, le quedó un rictus de tristeza eterna. Siempre tendré en el recuerdo el escalofriante relato de cómo Elizabeth Taylor, su mejor amiga, introdujo los dedos en su garganta en la misma escena del accidente para extraerle varios dientes que tenía incrustados y le impedían respirar. Monty, como le conocían sus allegados, murió diez años después, en lo que se llamó el suicidio más largo de Hollywood, por sus excesos con el alcohol y los barbitúricos.
Robert Ryan fue un actor grande, un profesional eficaz en el que podían confiar los directores para los que trabajó. Era capaz de generar en nosotros antipatía hacia sus personajes, o una cierta empatía, según las exigencias. En su filmografía destacan las películas Encrucijada de odios (1947), pieza de cine negro, y Conspiración de silencio (1955), donde construyó un malvado realmente odioso.
Mirna Loy muestra aquí un lánguido y sufrido rostro, lejos de la belleza fría de mujer fatal que luciera en sus años jóvenes, tal que en El enemigo público número 1 (1934) y de sus papeles en melodramas románticos y taquilleros como Los mejores años de nuestra vida (1946).
Por último, la cándida belleza de Dolores Hart sirve para representar a la novia que todos quisiéramos tener, un hombro en el que apoyarse, una mujer que ayuda y siente por su pareja. Dolores fue la novia de Elvis Presley en películas como Loving you (1957) y King Kreole (1958); poco después, y tras una mala experiencia con un novio empresario, se retiró a un convento católico de Connecticut, llegando a ser su abadesa.
Vincent Julian Donehue, el director de esta cinta, estaba acostumbrado a realizar obras de teatro para Broadway, y esto lo percibimos en la película por la forma en que trata las escenas, digamos teatral. Este director murió de cáncer a la temprana edad de 50 años, para entonces había realizado varios capítulos de más de una docena de teleseries para la televisión americana. Recordemos que con la llegada de la televisión a millones de hogares estadounidenses en los años 50, el cine sufrió un duro revés, y, aunque se especializó en grandes producciones en cinemascope, perdió mucho de su público, encontrando los actores y directores de Hollywood un nuevo trabajo en los rodajes de teleseries para las diferentes productoras televisivas, como la famosa NBC, pero esa es otra historia.
Mauren Stapleton, que interpreta a la mujer de un lisiado, estuvo nominada al Óscar ese año como actriz secundaria. Tras realizar este, su primer film, se dedicó más al teatro, donde se convertiría en una consagrada actriz. Ha ganado premios de televisión (Emmy), teatro (Tony) y cine (Óscar). La podemos recordar por sus papeles en Cocoon (1985), Rojos (1981), Interiores (1979)...
Corazones solitarios (1958) guarda algunas curiosidades, como el nombre del protagonista, Adam White, pues Adam es para los anglosajones el primer hombre de la creación, y white significa blánco, puro. Montgomery Clift aceptó trabajar en ella por la mitad de sus honorarios acostumbrados, unos cien mil dólares. La novela original, Miss lonely hearts, escrita por el escritor Nathanael West, miembro de la llamada Generación Perdida, y su primera versión cinematográfica, Advice to the Lovelorn (1933), retrataban a un joven muy distinto al de esta cinta, él era un individualista, un atrevido adúltero que buscaba el éxito profesional. Este largometraje no se estrenó en España.
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