Uno de los alicientes de ver un filme de intriga detectivesca está en sus últimos minutos, pues en ellos asistimos a lo original de su desenlace. Colombo (1968-2003), la serie de largometrajes para la televisión interpretada por el eficiente Peter Falk, goza de algunas de las conclusiones investigatorias más deslumbrantes rodadas por una cámara cinematográfica.
"Un mensaje subliminal está diseñado para pasar por debajo de los límites normales de percepción. Puede ser, por ejemplo, inaudible para la mente consciente pero audible para la mente inconsciente o profunda; puede ser también una imagen transmitida de un modo tan breve que pase desapercibida por la mente consciente pero, aun así, ser percibida inconscientemente".
En la literatura psicoanalista del investigador Segmund Freud se habla de no-consciencia, preconsciencia, o inconsciencia, evitándose el término subconsciencia, que el prestigioso psicoanalista rechazaba.
"Para Freud el inconsciente no es una "supraconsciencia" o un "subconsciente", situado sobre o más allá de la consciencia; realmente es una instancia a la cual la conciencia no tiene acceso, pero que se le revela en una serie de formaciones como los sueños, los lapsus, los chistes, los juegos de palabras, los actos fallidos y en los síntomas. El inconsciente, para Freud, tiene la particularidad de ser a la vez interno al sujeto (y a su consciencia) y exterior a toda forma de dominio por el pensamiento consciente."
La pregunta es la siguiente: se puede introducir una idea en el inconsciente para hacer que el sujeto realice una acción predeterminada, por ejemplo, la de comprar un producto que en principio no deseaba.
Visionemos juntos el filme Jugada doble (1973) para que aprendamos viendo una cabina de proyección cinematográfica en su interior, un análisis interesante de la nueva técnica del mensaje subliminal y el desarrollo de un guión del género policíaco, lo cual será un ejercicio y un estímulo para nuestra inteligencia. Deseo que les guste la cinta. A veces, el entretenimiento del cine consiste en dejarse engañar por lo que vemos, aún siendo poco menos que increíble lo que se nos muestra, esto último lo añado para los críticos implacables que todo lo odian y rechazan.
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