Comienzo del capítulo XXVIII de La Cartuja de Parma, de Stendhal, traducido por Consuelo Berges:
"Arrastrados por los acontecimientos, no hemos tenido tiempo de esbozar la raza cómica de cortesanos que pululan en la Corte de Parma y que hacían curiosos comentarios sobre estos acontecimientos por nosotros referidos. En este país, lo que hace a un noble con sus tres o cuatro mil libras de renta digno de asistir con medias negras a la ceremonia de salir de la cama el príncipe, es en primer término no haber leído a Voltaire y a Rousseau. Esta condición es poco difícil de llenar. Luego, había que saber hablar enterneciéndose del catarro del soberano, o de la última caja de mineralogía que éste había recibido de Saxe. Si después de esto no se faltaba a misa ni un solo día del año, si el interfecto podía contar entre sus amigos íntimos dos o tres frailes gordos, el príncipe se dignaba dirigirle la palabra una vez al año, quince días antes o quince días después del primero de enero, lo que daba al favorecido gran relieve en su parroquia, y el recaudador de contribuciones no se atrevía demasiado a vejarse si se retrasaba en la cantidad anual de cien francos con que estaban gravadas sus pequeñas propiedades."
Algunas de las numerosas obras que Consuelo Berges tradujo son:
Gracias por recordar a Consuelo Berges.
ResponderEliminarAquí( http://gatopardo.blogia.com/2010/110702-consuelo-berges-sobre-saint-simon.php ) publicamos su "Introducción" tan emocionante, tan rebelde y tan lúcida.
Muchísimas gracias
Saludos cordiales
Hola. Gracias por el comentario. Leer las traducciones de Consuelo Berges siempre es un placer. Es una maestra de la lengua castellana. No he podido encontrar la introducción en su blog, pero me agrada mucho que os haya gustado.
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