martes, 16 de octubre de 2012

No a la distribución y propaganda de sexo con violencia


Yo denuncio.

Desgraciadamente, he visto toda clase de cine. Hace unos años tuve la desagradable experiencia de ver un vídeo pornográfico que mostraba sexo con violencia; en él estaban un supuesto actor de esta clase de cine que muestra sexo explícito y una actriz sufriendo un maltrato. Este salvaje personaje no interpretaba un papel, su actuación era real: pegaba bofetadas, estrangulaba por el cuello, atragantaba hasta el llanto, tiraba brutalmente del cabello, maltrataba, en definitiva, a una persona con toda la presencia de sufrir un masoquismo exagerado. Sea real o no esta actuación, no considero que debiera distribuirse tal atropello a un ser humano (ni a un animal, por supuesto). No comprendo cómo no se ha denunciado nunca que semejantes violentos hagan esto en un cine hiperrealista y que nadie ponga fin a su propaganda desorbitada del maltrato sexual. Estimo que es lo mismo que permitir una “snuff movie”, donde se rueden asesinatos reales para luego distribuir la cinta comercialmente (para ahondar en ese tema en concreto: véase la interesante película Tesis, dirigida en 1996 por Alejandro Amenábar). Que se permita y se rueden estos actos es como decir que es bueno que un ser humano use un trato violento con otro para su satisfacción sexual o la de los demás. Y más hoy en día, donde miles de personas padecen maltrato en su hogar, cientos de mujeres mueren cada año víctimas de sus propias parejas. Temo que el aficionado a este cine que mezcla lo violento con lo sexual, o cualquier otro que explore el terror de forma realista, no hace más que saturar su capacidad de sentir hasta llegar a un momento en que será un trozo de carne insensible, incapaz de manifestar empatía por nadie. Este cine que une sexo y violencia exagerados debería ser denunciado de oficio, bajo la valoración de psiquiatras.
 
Para los que puedan entender mis palabras como un intento de comenzar a prohibir cosas, una era de prohibición: Señores, me duele que haya personas que sufran como coprotagonistas una actuación como la que menciono al comienzo, esa pobre mujer y otras más, lo han declarado, tomaban drogas fuertes antes del rodaje para poder soportar las humillaciones y el dolor producidos durante la filmación. Tal dolorosísima congoja produce este sufrimiento infligido para satisfacción de sádicos, que es bueno prohibirlo. No a la distribución y propaganda de sexo con violencia.

Hoy conocemos la noticia de que el actor que menciono al comienzo de mi denuncia es detenido al estar implicado en una trama de extorsión, blanqueo de dinero, prostitución, inmigración ilegal…
 

2 comentarios:

  1. Hola ente, me comentaban hace poco los alumnos cómo habían disfrutado de una web en la que se veía una ejecución de unos narcos con motosierra. No era ficción. Es el signo de los tiempos. Pienso en los vídeos de Wikileaks. La violencia se ha vuelto viral y nuestro nivel de tolerancia infinitamente mayor.

    Un abrazo.

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    1. Es terrible. Es como si todos hubieran participado ya en una guerra y hubieran salido de ella con una dependencia a ver violencia.
      Lo que siento también es que la diferencia entre los que toleran la violencia y los que nos afecta mucho es enorme; esto discriminará a muchos ya desde niños, o siempre ha sido así. Todo esto me sobrepasa.
      Gracias por pasar por aquí y comentar. Un abrazo.

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