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¡Sólo cuesta 1 euro! Con unas cuantas ventas, me ha afirmado su autor, tendrá para un bocadillo de sardinas.
El libro Viví entre robles le encantará a los niños a los que les gusta leer. Si tu hija te pide una lectura para hoy, prueba con ésta, puede que te lo agradezca con una gran sonrisa. Un roble es siempre bienvenido, pues es un árbol noble y muy sabio. Tú también puedes aprender muchas cosas con él, en algún momento te sorprenderá con sus vivencias, te lo aseguro.
Extractos de Viví entre robles:
Hace unos ciento treinta años, un hombre bueno, estando yo dormido y siendo muy pequeñito, me trajo aquí. Desde entonces, jamás me he movido más de lo que el viento pueda moverme. Aquel día me desperté bajo tierra húmeda. Había llovido unos días atrás, no te puedes imaginar qué fresquito me sentía. Era un lugar tan rico… Pasaron unos días y comencé a estirarme y crecer un poquito. Un mes después vi los rayos de sol, entonces fueron como agujeros; eran circulares, penetraban como podían por entre las grandes copas de los árboles, había cientos y se movían lentamente. El primer año fue estupendo. Todos los animalitos del bosque me respetaron, hasta los pequeños insectos. Recuerdo aquel pequeño zorro que, de cuando en cuando, asomaba sus orejas por mis alrededores. Sin hablar podíamos comunicarnos. Sus miradas eran atentas, buscaba alimentarse, yo para él era más vida para su mundo."
"Yo vivía en un robledal, esto era un terreno poblado por robles. Dime, ¿todavía hay árboles donde tú vives? Tengo que saberlo. ¿Son palmeras como las de Canarias? ¿Quedan pinos en Canarias? De las cincuenta provincias que tiene España, ¿en cuáles quedan árboles?
Si vives en cualquier sitio que yo no haya nombrado, me importa lo mismo, quiero conocer las cosas, la cruda realidad. Hoy, aquí, en este momento, soy un roble solitario en una tierra vacía. El aire está enrarecido. Con esto quiero decir que parece que escasea, que hay menos aire que respirar.
Pasatiempos
Será mejor que vuelva a mis recuerdos, a mi juventud. Con aquel pueblo que se oía de fondo. Sí, porque parecía un ser vivo. Las mujeres venían al río a limpiar la ropa. Los hombres, a la mina. Todo parecía en calma. Cierto es que los picos de los mineros se sentían bajo tierra, pero no nos molestaban mucho. Era esa la época de un poeta grande, cuyo verso brotaba de manantial sereno. Aquí venía a decir que las palabras de sus poemas nacían de un lugar tranquilo, porque él era un hombre tranquilo. Se llamaba Antonio Machado y escribió mucho sobre Castilla. ¿Estás cansado? Podemos hacer una pausa. No contar nada durante un tiempo."
Si quieres saber más de este autor, puedes consultar su cuaderno en la Red:
http://elcuadernodehectorysuslibros.blogspot.com.es/
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