Taxi Driver (1976) - Crítica cinematográfica

El largometraje Taxi Driver (1976) es una cinta que nos habla de la soledad y de una de las formas en la que puede derivar un tipo de alienación en el ser humano, aquella que conduce a la violencia salvaje y al asesinato. Esta película está dirigida magistralmente por Martin Scorsese (Toro Salvaje, 1980), bajo un guión de Paul Schrader, que también firmó el guión de American Gigoló (1980). El actor Robert De Niro lleva sobres sus espaldas gran parte del filme que trato hoy.

Esta es la historia de una etapa de la vida de un personaje solitario que vive en la noche de la ciudad de Nueva York, en una época oscura y desalmada. La suciedad de las calles y los personajes que se encuentra a su alrededor, mientras conduce un taxi para calmar su insomnio incorregible, marcan los pensamientos pesimistas y vengativos del personaje principal. Se llama Travis y sus ideas parecen una bomba de relojería. Es importante señalar que se trata de un excombatiente de la guerra de Vietnam y que, por lo tanto, ya ha podido matar a otras personas. En su vida se cruzan dos mujeres, una joven guapa, rubia y sofisticada, que le rechaza en su segunda cita, después de que él la llevara a ver una película pornográfica al cine, y una adolescente convertida en prostituta, que parece vivir alegre su nueva vida, incluso siendo una esclava sexual. Travis quiere salvar a esta última de la que para él es una triste existencia, ser una muchacha que se prostituye y estar gobernada por un proxeneta. Las actrices Cybill Shepherd y Jodie Foster se desenvuelven perfectamente en sus respectivos papeles.

En esta película tiene una importancia crucial la música de Bernard Herrmann, un compositor habitual en la obra de otro genio, Alfred Hitchcock. El músico dio aquí un toque de suavidad y sofistificación con el saxofón que escuchamos de fondo, mientras contemplamos las escenas por las que se desenvuelve el personaje de Robert De Niro.

Martin Scorsese aparece en dos secuencias de la película, en una está sentado mientras el personaje de Cybill Shepherd entra a un edificio. En la otra es también un personaje anónimo, pero esta vez con diálogo, se sube al taxi del protagonista y le habla de cometer un asesinato por amor.

Esta historia tiene un episodio (casi final) de violencia realista, no apto para todos los paladares. En la última secuencia, sin embargo, vemos de nuevo al protagonista como al principio de la película, tal que la historia volviera a comenzar, algunos hablan de que esta última secuencia es un sueño, pero el guionista de la película ha declarado varias veces que no, que es un final vivido realmente por el joven Travis, tras asesinar a sangre fría a tres alimañas de la noche neoyorquina, prosigue su vida como conductor de taxi en esa misma noche de una ciudad gris.

Recomiendo esta película a los amantes de los thrillers intensos con tintes psicológicos y algunos toques a lo Dostoievski.

 Vídeo en el que leo la reseña cinematográfica de Taxi Driver (1976)