Soy un solitario, lo soy por cosas como esa. ¿De dónde vienen los solitarios?, preguntaban Los Beatles, de sacar a los perros vengo yo.
Los artículos que recomiendo
Busca obras, autores, actores y términos en este cuaderno:
viernes, 8 de junio de 2012
Soy un solitario
Soy un solitario, lo soy por cosas como esa. ¿De dónde vienen los solitarios?, preguntaban Los Beatles, de sacar a los perros vengo yo.
11 comentarios:
Hola. Recuerda que todos podemos tener una opinión distinta. No recurras al insulto en tus comentarios o serán eliminados sin tenerlos en cuenta. Procura explicar tu punto de vista sin caer en la descalificación de los que no piensan como tú. Tenemos un cerebro para discurrir y trabajar con las ideas, somos algo más que puños y dientes. Gracias.
Recomiendo:
Algunas reseñas literarias:
La Odisea, atribuida a Homero:
Vamos a estudiar hoy una de las obras literarias históricamente preferidas por muchos: La Odisea, atribuida convencionalmente a Homero. Se trata de un gran poema épico griego que se estima tiene ya unos 2700 años de antigüedad.
Esquilo (siglos VI y V a.C.), Sófocles y Eurípides (los dos, siglo V a.C.) son tres de los grandes en la escena teatral de la Antigua Grecia.
Satiricón, de Petronio:
Hoy vamos a estudiar juntos un poco de la que se tiene por muchos como primera novela moderna de Occidente: Satiricón.
Cantar de Mío Cid:
El gran poema épico de los castellanos tiene muchos estudios a sus espaldas, muchos tratados y ensayos, muchos chavales lo han estudiado en las escuelas.
Divina Comedia, de Dante:
El gran poema que hoy estudiamos está escrito en tercetos endecasílabos. Su resumen parece sencillo: cuenta la epopeya del alma humana, su viaje a través del Infierno y del Purgatorio, desde donde accederá a la contemplación del Todopoderoso.
El paraíso perdido, de John Milton:
Voy a estudiar hoy algo del poema narrativo El paraíso perdido (1667), del escritor británico John Milton, y ustedes, si me lo permiten, están invitados.
Estas son las entradas más populares de mi cuaderno:
-
Es común encontrarnos engaños en la televisión, desde anuncios que publicitan con mentiras productos imposibles hasta algunas noticias manip...
-
Nota del autor. Creo que para entender mejor este artículo habría que leer primero el que sirve de iniciación al tema: Un poco de lenguaje...
-
Una de las gracias que tiene el visionar en versión original los largometrajes hechos en los Estados Unidos de América de unos años para acá...
-
Porque no se toman en serio. Porque cogen esa pseudociencia de batiburrillo plasta de los comics y le restan importancia. Esto no ocurre e...
-
Fotograma de la película El amante (1992) Me resulta curioso que la mayoría de personas que han llegado a esta, mi humilde página dedi...
-
Fotografía de algunas de las fuentes que consulto para realizar este artículo Esquilo (siglos VI y V a.C.), Sófocles y Eurípides (lo...
-
Cuadro Ulises y las sirenas (1891), por John William Waterhouse Aclaración del autor de este artículo para sus lectores: Esta res...
-
Ilustración de Gustave Doré para una edición de 1866 de Paradise Lost Voy a estudiar hoy algo del poema narrativo El paraíso perdido (...
-
Vídeo en el que desarrollo una charla sobre el largometraje Ven y mira (1985) Transcripción de la disertación que mantuve en este...
-
"¡No digas sí, di oui!" le decía el inspector Clouseau a su fiel acompañante, el sargento Dodó . Hoy descubro en una página in...
Condiciones de uso:
Gracias por participar.
Es muy triste que sucedan cosas así. Siento que hayas tenido que pasar por esto, de verdad. Yo he pasado por cosas parecidas, como, por ejemplo, ir de camino a casa del colegio, y que un individuo que viajaba de acompañante en una 'moto' o una cortacésped, no sabría diferenciarlas por el sonido a decir verdad, extendiera el brazo mientras pasaba al lado mío para 'soltarme' una colleja. O ir, de nuevo caminando, a casa de un amigo, encontrarme de frente a un grupo de jóvenes, que hagan el gesto de levantar la mano para 'chocártela' y que te escupan en la cara.
ResponderEliminar¿De dónde vienen los solitarios? No sabría responderte hasta qué punto somos así por el entorno o hasta qué punto es algo innato. Pero tampoco es que me sienta mal por serlo por mucho que de vez en cuando, sienta cierta melancolía. No sé de qué. ¿Tú?
Sí, lo de escupir lo he vivido. Esperando a entrar a un trabajo, sentado en un banco de Playa de Las Américas, también pasaron con un coche y me salpicaron de saliva. Algún idiota puede pensar que estas cosas son de “perdedor”, pero yo creo que los que han perdido son ellos, que aún los mueve el cerebro reptiliano en su peor forma, atacar para dominar y marcar el territorio.
ResponderEliminarTampoco estoy seguro de si la soledad es algo innato. En mí, creo que sí, desde pequeñito me gustaba estar solo jugando con los legos a hacer ciudades y robots.
Sobre la melancolía, ayer leí la leyenda de Psique y Eros, de la mitología griega. A Psique la obligan a casarse con un monstruo terrible, que teme hasta el mismo Zeus, pero ese monstruo resulta ser Eros, el amor. Al final, el amor y el alma se complementan, el amor cuida de alma, le saca brillo y la ennoblece, y el alma le devuelve al amor un cuidado especial, hace que no se desbarate, que no corra en locuras, le detiene en sus pasiones. Esta leyenda me hizo ver que necesitamos un amor, sea un amigo, una novia, un novio, etc.
Kevin, de alguna manera desapareció tu último comentario, perdona.
ResponderEliminarDurante un tiempo me funciona el amor a los libros, luego siento esa melancolía extraña, que creo que debe ser una pulsión de apareamiento, simplemente, que está camuflada por la necesidad de amor a alguien. No lo sé. Hoy pienso que es todo un engaño de la Naturaleza.
Encantado de hablar contigo.
¿Quién dijo que el ser humano era racional? me pregunto.
ResponderEliminarAlgo debe haber que explique, a grosso modo siquiera, el por qué de nuestro carácter ¿no?. Aunque puede tal vez, pensándolo mejor, que no haya una razón de peso, o mejor dicho, que no haya un por qué, que no tenga un sentido, que todo sea, simplemente, la elección condicionada hasta cierto punto, de una de las infinitas posibilidades presentes desde el inicio y a lo largo de una vida, que con el devenir del tiempo, el contexto, y el individuo ante su contexto, van definiendo el espacio que ha de conformar el carácter.
¿Y si no se trata de un amor por 'alguien'?
Saludos.
No importa, me he dado cuenta y casualmente lo he re-publicado en el mismo instante en que tú me respondías. Creo que 'amor' es un término que se ha llenado de tanta significación que inevitablemente ha quedado desvirtuado y vacío, por lo que convendría re-definirlo, está claro que hoy en día no existe en tanto en cuanto es inaprensible, y en lugar de resultar un estímulo que nos invite a ser mejores 'amantes', creo que es la raíz de la frustración de muchas parejas e individuos.
ResponderEliminarTampoco así, la naturaleza es inocente dado que no 'trabajar' conscientemente. Es culpa nuestra, y ni tan siquiera eso; todo es resultado de una racionalización inútil que por otro lado es impuesta. Curiosa aporía a la que me acabas de empujar.
El placer es mío.
Saludos.
Bueno, el misterio no encuentra un camino de solución. Que la materia haya alcanzado la conciencia sobrepasa a cualquiera.
EliminarEstamos a medio camino de la solución o el destino, no lo sé. Pero la producción de necios sigue siendo enorme, son miles de millones.
Obviando que eran menos en el pasado, no creo que fuera diferente antaño, la proporción de ignorantes y solitarios ha sido más o menos estable a lo largo de la historia, creo que lo único que ha variado ha sido la repercusión de éstos en la sociedad en función de los valores que impulsaran esa sociedad. Hoy en día, inmersos y perdidos en El Leviatán; en una sociedad consumista, capitalista, superficial por ende, y totalmente desinteresada es imposible hacer nada por cambiar la situación si es que alguien pueda erguirse como poseedor de la verdad para intentarlo.
ResponderEliminarEs difícil asumirlo con 'naturalidad', pero no queda otra alternativa. ¿Cuál es el siguiente paso?
Estoy de acuerdo con lo que dices.
ResponderEliminarAl principio, hace años, leía los comentarios en los artículos de los periódicos digitales, dejé de hacerlo al darme cuenta que la mayoría estaban escritos por personas necias, llenas de odio, incapaces de aportar ni una solución siquiera, más bien, lo contrario, parecen querer crear más problemas.
En el fondo, sigo teniendo ese poco de idealista como homenaje a los maestros que tuve, algunos de literatura y otro de filosofía, hay que seguir con el relevo de la antorcha, si nos caemos, nos volvemos a levantar, aunque hay días que pienso en el suicidio.
No llevo la verdad, pero tampoco la mentira. Aunque volvemos a la misma paradoja: cómo distinguirlas. No voy a ser un derrotista los siete días de la semana. El determinismo, por otro lado, restaría gracia a esta vida. Me quedo con el ciclo maniaco-depresivo, unos días estoy alegre, otros, tristísimo. La vida es una gran broma. ¿Has leído La sombra del ciprés es alargada, de Miguel Delibes?
Ayer estuve releyendo a Henry James. El estudioso Carlos Pujol escribió hablando de Otra vuelta de tuerca: “…los fantasmas existen, pero dentro de nosotros mismos. Visualizarlos como han hecho algunas adaptaciones cinematográficas es la traición más ruin que se podía cometer con el escritor.” Creo que es algo muy cierto.
Yo personalmente apenas leo prensa alguna. Si acaso los titulares de vez en cuando, o las noticias más destacadas. No es por otra razón diferente a lo que tú comentas; no comparto generalmente la opinión de los que nos dan las noticias -de forma arbitraria- y que indefectiblemente se transparenta por mucho que los medios nos vendan imagen de rigor u objetividad. Además, salvo contadas excepciones, no suelo considerar de interés la mayor parte del 'relleno' que etiquetan como noticias.
ResponderEliminarYo confieso que tengo mucho de idealista. Por un lado es 'innato' en mí, mas por otro autoimpuesto; entiendo que si no lo fuera sería rápidamente devorado por el olor a podrido que desprende el mundo, y tarde o temprano me hartaría; entiendo que el suicidio aparece alguna vez en la mente de quiénes se cuestionan el sentido de la vida y lo que se 'debe' hacer en ella. No sabría decir si el idealismo se lo debo a mis profesores, puede que sí en gran medida, mas sobre otras posibles influencias, creo que les debo el ejercitar esta curiosidad inusitada que yace en mí y el amor por el saber. O por el intentarlo al menos dado que éste no está garantizado.
No poseo yo tampoco la verdad; poseo la incertidumbre, poseo las dudas, el escepticismo, en definitiva y como te decía, la curiosidad y cierto gusto por cuestionarme las cosas. Escuché una vez, en un documental -un poco místico llamado 'Mentes Brillantes'- que la verdad no necesita que creas en ella para existir, sin embargo la mentira sí. Que esto pueda derivar en un mecanismo válido para la distinción es otra cosa. ¿Acaso es posible hacerlo cuando tratamos cuestiones éticas, morales, metafísicas u ontológicas? Responder esto ya es un paso.
Yo procuro no hacer demasiado caso a las sensaciones, me desdoblo a menudo en observador -de mí mismo- y en 'sintiente' -lamento el vulgarismo pero no me vino a la cabeza ninguna palabra que lo expresara- y por así decirlo voy discriminando, o lo intento, las emociones que tienen razón de ser y sentido, y las que no merecen más que ser ignoradas. No siempre lo consigo obviamente. Pero es el sistema más efectivo que he encontrado, por así decirlo, para no caer en depresión demasiado frecuentemente.
No. No lo he leído. Lo apunto, Gracias.
Es que precisamente la magia que tiene es que en ningún momento -salvo en una ocasión y muy vagamente creo recordar- se dice que 'haya fantasmas'. Lo cual deja a la interpretación del lector 'qué fue lo que sucedió realmente', con la matización que ello requiere. Coincido en que tiene razón C. Pujol. Tanto en que es un sacrilegio lo que han hecho algunas adaptaciones, como en que los fantasmas existen, si acaso, en nuestro interior.
Saludos. Siento darte tanto la tabarra.
Estaba esperando tu respuesta, así que imagina...
EliminarLeo todo atentamente. Releo también lo anterior.
Yo creo que lo bueno que hay en mí lo saco por los demás, quiero decir: que no quiero defraudar a aquellos que me enseñaron filosofía o literatura, los echo de menos, la verdad, a unas profesoras y a un profesor.
Pero, ¿a que se siente uno bien después de leer un buen libro, ver un apasionante largometraje o terminar de escribir un artículo para el blog que te ha costado un gran esfuerzo? Recuerdo que una vez escribía novelitas para niños y me sentía feliz al acabarlas, era como estar en el cielo.
Saludos.
No sé si merezco esa atención, pero en cualquier caso, gracias.
ResponderEliminarVeo entonces que somos igual de maniáticos. En mi caso también sucede algo parecido, creo que todo aquel que tenga algo de curiosidad, desarrolla una especie de relación 'paterno-filial' con sus profesores, o al menos, con alguno de ellos. Con los auténticos.
¡Y tanto que se siente uno bien! Aunque cuando escribo un 'artículo' para el blog nunca termino del todo satisfecho; pero intento dejarlo lo 'menos mal posible'.
Me gustaría saber más de esto último que comentas.