Tras unos agónicos momentos para Bandini, Camilla surge del mar en todo su esplendor. Había sido una broma.
La reacción de Bandini es la de coger a la bella Camilla y aplicarle un castigo.
El joven escritor italiano zambulle con rabia a la muchacha en dos ocasiones.
Después de una más de las reacciones extrañas del irascible Bandini, Camilla le anuncia, también una vez más, que aquella será la última vez que se lo permita.
La justificación de Bandini viene a explicarnos el porqué de su comportamiento. Ha sufrido un dolor, creyendo que la perdía, y también ha sentido la posibilidad de morir él al intentar buscarla. Es la primera vez que se baña en el agua del mar, no sabe nadar.
Parece que el novelista John Fante (1909-1983) era una especie de dios para su colega Charles Bukowski (1920-1994), que no dudaba en elogiar su obra y querer, de alguna manera, homenajearla. Los dos podrían definirse como representantes del llamado realismo sucio. Muchas veces se ha dicho, con gran acierto, que hay novelas que son imposibles de versionar en el cine (aunque se haya logrado en contadas ocasiones), pues bien, Ask the dust (1939) es una de esas obras intratables cinematográficamente. El director y guionista Robert Towne lo hizo en 2006 y consiguió un filme que en unas pocas ocasiones parece conseguir atrapar el espíritu original, mas ese es muy escurridizo y pronto se le escapa volando. Una de mis debilidades es, tengo que reconocerlo, Salma Hayek, una actriz agraciada por las musas del Parnaso, las cuales no dudaron en dotarla de una gran belleza, al tiempo que la adornaban de simpatía e inteligencia, una joya, vaya, que ha sabido desarrollar por sí sola una buena capacidad para la interpretación. Sólo por ella siempre es bueno visionar un largometraje. Ahora bien, para no ganarme enemigos, tengo que advertir las deficiencias del filme que tratamos hoy: no complace a los que buscan en él una historia de amor ejemplar, no termina de gustar a los que quieren que en el cine ocurra lo que ellos llaman "algo" (que pudiera ser un principio, un nudo y un desenlace cargados de emociones), para muchos resulta inexplicable que Camilla soporte tantos malos tratos de su novio, el espíritu original de la novela no está bien llevado hasta su final... Por otro lado, el actor Colin Farell que, en principio, parecía una buena elección, y creo que en varias ocasiones consigue entrar en el papel, no satisface las exigencias de los lectores de Fante, pues éstas son imposibles de complacer, lo entiendo. También es algo extraño que Robert Towne, que tiene una espléndida carrera como guionista, no hubiera podido realizar aquí algo mejor (Chinatown, 1974; The Parallax View, 1974; Shampoo, 1975; Creystoke, 1984; The Firm, 1993... no pienso que sea tan irregular como los más críticos afirman).
Una sugerencia muy interesante. He leído algo de Fante. Me resultó demasiado previsible. Suele pasar que cuando se crean grandes expectativas en torno a algo, la decepción es la reacción más corriente.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Eugenio, tengo que buscar en Aula de Filosofía si has escrito algo de Fante. A mí me ha servido para entender ese extraño comportamiento de los que amamos y hacemos daño a la vez (o alguna vez lo hicimos). Pero creo que debemos mejorar y conseguir superar esa tara, ir más en armonía con los dos movimientos: alrededor nuestro y alrededor de alguien. Evitar ser crueles con los que amamos, en fin.
ResponderEliminarUn saludo.