V: Los Visitantes (1983-1984)

Quitando el cartel de "Invasión extraterrestre", que alguien colocó al principio de este vídeo (y que era su título en Hispanoamérica), el resto es el original con el que empezaban en España algunos capítulos de la serie V en su tercera temporada, V (1984):



En 1985 no había en la televisión nada más excitante que la serie V (1983-1984). No solamente los adolescentes disfrutábamos con las andanzas de la resistencia luchando contra la invasión extraterrestre, los mayores también.

Existía vida en otros planetas, vida civilizada capaz de construir inmensas naves nodrizas con la que transportar todo un ejército y proseguir con un plan de invasión de la Tierra, nuestro querido planeta tan lleno de agua. Pero no se contentaban con el agua, también transportaban humanos envasados para ser usados como alimentos. La serie comenzó con dos largometrajes realizados por el productor, guionista y director Kenneth Johnson (V, miniserie de 1983) que llevaban muy bien el tiempo cinematográfico, el interés in crescendo y el suspense. Tuvo tanto éxito este lanzamiento que se rodaron 3 capítulos más con el nombre de V: La batalla final (1984), aquellos parecían poner punto y final a la historia, pero pronto se realizaron nuevos episodios para ser emitidos semanalmente (V, la serie de 1984), que ya no duraban 90 minutos, sino 47, dejando el correspondiente tiempo hasta completar la hora para los anuncios.

Las naves espaciales y los rayos láseres eran todo un acontecimiento a mediados de los 80, todo aquello era como tener una Guerra de las galaxias (1977) semanal y gratuitamente en nuestros televisores. Los personajes Mike Donovan, Julie Parrish, el duro Ham Tyler, el amor de las adolescentes, Kyle Bates, el lagarto bueno, Willie, Elizabeth la niña de las estrellas, etc. pronto se ganaron la amistad de todos y la idolatría de algunos. Diana, la jefa de los lagartos (comandante suprema), era muy sexy y muchos hombres preferían la serie por verla en su ajustado uniforme; también le pusieron una acompañante rubia, Lydia, para complacer otros gustos. Quizá cuando la serie había alcanzado un gran clímax, comenzó un pequeño declive en la calidad de los episodios (se volvían a usar algunas secuencias de las naves volando y en combate), llegando a un final algo estirado, pero que dejaba muchos interrogantes sin resolver (como a menudo suele ocurrir con estos productos televisivos que se convierten en un gran negocio). En el recuerdo quedan secuencias como la de Donovan siendo perseguido por una nave que no cesaba de disparar sus azules rayos láseres tras de él; el nacimiento de un hijo entre las dos especies: humana y saurio, un bicharraco verde y bastante feo, hermano de la niña de las estrellas; Diana tragándose a un gran roedor; el descubrimiento de la piel de lagarto bajo las máscaras de látex; y, cómo no, aquellas gigantescas naves nodrizas sobre los más famosos paisajes de las ciudades y panoramas de nuestra preciosa Tierra.

El primero en grabar a una de las naves invasoras fue Mike Donovan, interpretado por el actor Marc Singer.

Mientras Julie Parrish (interpretada por Faye Grant) despide a su exnovio, el noticiario televisivo retransmite una de las apariciones de las naves extraterrestres. Esa está anclada en el aire sobre el Partenón griego. Imágenes como estas dotaban a la primera serie de un aire de realismo muy ingenioso.

Julie consiguió arrancar un pedazo de la máscara de un invasor, para que todos conociéramos su verdadero aspecto. La imagen se convirtió en parte de una pesadilla que tuvo mi madre.

 

Arriba vemos a la actriz Jane Badler caracterizada como una lagarta con una máscara humana. Su pose era muy teatral, pero efectiva.

El personaje de Donovan huía a caballo del ataque de un caza alienígena. Aquel espectáculo de ciencia ficción nos dejaba con la boca abierta.

Las naves extraterrestres se ocultaban tras la luna.

 El primer cruce entre humano y saurio no resultaba muy agraciado.

Así lucía el hangar de una nave nodriza. La serie costó alrededor de 50 millones de dólares de mediados de los 80. En los primeros episodios podemos ver un enorme despliegue de medios.

Una nota curiosa la pone la música en la serie: en la primera aparición de la nave nodriza, en el primer episodio, escuchamos unas notas de la Quinta sinfonía de Beethoven (en números romanos, 5 es V), aquellas que coinciden con el código Morse usado para la V (la V de victoria para la resistencia), en este caso, V= ..._, tres puntos y una raya).

La serie mantuvo un éxito tan enorme que parecía que en algún lugar del mundo se estaba librando una batalla de liberación al nivel de la ocurrida durante la 2ª Guerra Mundial en aquellos países invadidos por los alemanes, como ocurrió en Francia y Polonia. Se colgaban pósteres en lugares públicos, como estaciones de trenes, con la cara de un sonriente extraterrestre que ocultaba su mirada tras unas gafas negras y, debajo, el lema escrito: Los visitantes son nuestros amigos. Al poco, aparecían con una gran V roja pintada con spray. Se vendían millones de revistas con pegatinas y pósteres de la serie (en España, la famosa TeleIndiscreta). Las madres hablaban del susto de ver aquellas pieles verdes y escamadas de lagarto debajo de la falsa piel humana. Todo era muy nuevo y el fenómeno tuvo una gran repercusión en muchos países. El cine de ciencia ficción se hacía completamente con nuestra imaginación a través de la televisión. Fue un fantástico año aquel de 1985.

Vídeo en el que leo este artículo dedicado a la serie V (1983-1985)

A continuación, y para terminar, dejo un vídeo elaborado por un compañero de la Red en el que podemos ver las cinco cabeceras distintas que tuvo la serie V durante su emisión en los EEUU:

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