En lo humano existen dos nociones enfrentadas: el principio del placer y el principio de la realidad, esto es, citando al psicólogo Jacques Van Rillaer en su seguimiento del pensamiento de Freud, que: "No existe una armonía preestablecida y el equilibrio llega a parecer definitivamente excluido. El conflicto se encuentra en el mismo corazón de la existencia; lo humano está condenado a vivir una situación dramática."
¿Qué puede ocurrirle a una persona que se salta esta norma natural? Que se convierte en un gran Vázquez. ¡Je, je, je!, como ríen en los tebeos, pero ¡qué triste vida la de los historietistas! Yo no los veo como "idiotizantes", sino como alegradores. Al cómic y a los payasos los siento como formando un arte demasiado vilipendiado, poco reconocido: el de alegrar un rato. Hay, sí, algunos que critican y hacen meditar, aquí aprovecho para recomendar Los cabecicubos, del dibujante Jan, lo leí en 1984 y nunca lo he olvidado. Pero, en general, los tebeos de Gordito Relleno, Benito Boniato, Mortadelo, etc. nos alegran y nada más, siendo así un divertimento que hay que valorar. ¡Qué más que quitarnos la tristeza por unos instantes!
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