Niño hambriento en un hospital de campaña en Kenia
Este débil bebé somalí nos recrimina con la mirada: "¿Por qué no me ayudáis? Me duele respirar". Somalia es un país en guerra civil desde hace 20 años. Etiopía y Kenia son sus vecinas. Son las abandonadas de esta gran camada que contiene el planeta Tierra. Aquellas de las que la prensa, muy de cuando en cuando, se acuerda para retratar en sus portadas a algunos de sus ciudadanos moribundos por quién sabe qué motivos, si por vender más o por sacudir nuestras conciencias...
El cine ha girado casi siempre sus cámaras para evitar recoger esta realidad de nuestro mundo: el hambre; tan sólo algunos documentales se atreven a retratar este desamparo en toda su crudeza: Las Hurdes. Tierra sin pan (1933), surrealista y controvertido, de Luis Buñuel; y los más actuales: Los espigadores y la espigadora (2000), un golpe a la conciencia, realizado por la francesa Agnés Varda; La espalda del mundo (2000), una de sus tres historias trata sobre niños peruanos que trabajan en una cantera, dirigida por Javier Corcuera; Los invisibles (2007), que consta de 5 trágicas historias dirigidas por distintos directores; 854 (2008), título que resulta de los millones que padecen hambre en el mundo, de David Muñoz; Garapa: El hambre en Brasil (2008), de José Padhila...
Algunas películas que tratan el tema de la hambruna son: Vida de perro (1918), el hambre vista como comedia por Charles Chaplin; Bajo la máscara del placer (1925), que contiene un realismo que dolió en Alemania; El pan nuestro de cada día (1934), melodrama de King Vidor, verdadero cine con mensaje; Las uvas de la ira (1940), drama de John Ford sobre la depresión de los años 30 del siglo XX en los EEUU; Oliver Twist (1948), la pobreza del Londres victoriano, adaptación de Charles Dickens, dirigida por David Lean; Río negro (1957), el hambre y los bajos fondos en Japón, por Masaki Kobayashi; Plácido (1961), qué decir de este clásico de Luis García Berlanga, "siente a un pobre a su mesa"; Quieto, muere, resucita (1989), la dura Siberia, una recomendable película rusa de Vitali Kanevsky; Los miserables (1998), Francia y sus miserias de principio del siglo XIX, no podría faltar una basada en el clásico de Víctor Hugo...
Fotograma de la película Ménilmontant (1925)
Ménilmontant (1925) es un conmovedor filme francés de 38 minutos de duración. Sus imágenes, estupendamente fotografiadas, son de una poesía digna de reverenciar.
Fotograma de la película El pianista (2002)
El músico Wladyslaw Szpilman conoció los días de hambre y represión en Polonia durante la terrible Segunda Guerra Mundial.
Fotograma de la película Las tortugas también vuelan (2004)
Los niños padecen las guerras y sus miserias con asombrosa entereza. Desamparados, desatendidos, dolientes, continúan su camino en la vida.
Pero nunca el retrato del cine igualará a la realidad, en la que mueren decenas de personas al día en países como Somalia. Ayudad a sus empobrecidos ciudadanos aquellos que podáis hacerlo.
Actores como Danny Kaye y Audrey Hepburn se comprometieron en vida para aportar una ayuda importante en la recaudación de fondos para UNICEF (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia).
Audrey Hepburn en uno de sus viajes a tierras de hambruna
La actriz Audrey Hepburn aportaba su granito de arena a la organización UNICEF, a ella le siguieron las donaciones de miles de sus seguidores.
Danny Kaye ayudando a la UNICEF como miembro representante
A partir de 1954, el actor Danny Kaye utilizó su imagen y popularidad para ayudar a los niños pobres del mundo a través de UNICEF.
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Tina Majorino (dedicado a la joven actriz. Su primera publicación fue en Lycos, en 2003).
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