Life (2017) y cómo despreciar la inteligencia del espectador

Póster del largometraje Life (2017)

Iré al grano de entrada y contando un momento crucial de esta historia, el final del largometraje Life (2017) es insultante. ¿Por qué? Intentaré explicarlo: Un ser extraterrestre (y mágico, atendiendo a la manera en que se crea) mata sin contemplaciones a toda una tripulación de astronautas. No, a todos no, deja uno para que, al final de la película y regresando a la Tierra con el bicho dentro de una cápsula espacial, grite: "¡Noooooo! ¡Noooooo!" A la vez que lo hace su compañera, que se pierde en el espacio en el interior de otra cápsula gemela. O sea, el alienígena asesino es consciente de la trama de esta película y no mata rápidamente al astronauta (de igual manera que a los demás), sino que lo deja vivo para que pueda gritar lo dicho a unos pescadores vietnamitas, los que abren la escotilla de la pequeña nave, a pesar de ver que dentro hay una persona parasitada, medio absorbida (o vaya usted a saber) por un bichejo feo de otro planeta.

Final estúpido, insultante, despreciable. ¿Hasta dónde llegarán los directores y guionistas de cine, pagados de sí mismos, para quererse ganar el Olimpo de los inmortales de cine (aquellos con más ingenio)?

Triste, realmente triste. Por cierto, dirige la película Daniel Espinosa. Ni el actor Jake Gyllenhaal consigue salvar este cloroformo (un producto para regocijo de las mentes más torpes, o las más crédulas).

Son tantas las razones extrañas que mueven a los personajes, que podríamos estar aquí medio día hablando de ellas. En ocasiones, pudiendo salvarse de una muerte segura, se quedan a la buena de Dios. Por ejemplo, un astronauta (interpretado por Ryan Reynolds) entra a una cabina de seguridad a salvar a otro al que el alien ha apretujado la mano hasta dejársela inútil. El hombre saca al inválido de la cabina y se queda él dentro, coge un aparato para arrojarle unas llamas al monstruito, comprueba varias veces que aquello no le hace pupa, y, misteriosamente, pudiendo abandonar ese compartimento aislado, se queda dentro con el bicho para que éste le dé un pasaje al otro mundo (y no de primera clase, precisamente).

Esta misión tiene un protocolo de seguridad que la mayoría de astronautas desconoce. Parece un protocolo secreto. Esto es algo absurdo. ¿Para qué hacer un protocolo de seguridad si casi nadie lo conoce?

La creación del alien (como si miles de años de evolución pasaran en unos segundos) y lo que hace para salir de la caja de cristal en la que se encuentra (cortando con un punzón uno de los guantes que usan los científicos para manejar el interior de aquello) parece de dibujos animados. ¿Con solamente unos días de vida sabe cómo usar un objeto punzante y hace planes para escapar? Obsérvese que de pequeño parece una estrella de mar traslúcida.

El presupuesto de la película es de primera, pero el guión y los personajes son de serie B. En los próximos días contaré más tonterías sobre el argumento bobalicón de este largometraje.

Vídeo en el que leo esta crítica del largometraje Life (2017)