Antes de nada, me gustaría hablar un poco del escritor Hunter S. Thompson (1937-2005), creador de la novela Fear and loathing in Las Vegas (historia en la que se basa el largometraje que trato hoy). Hunter fue un rebelde, un periodista que probó muchas drogas y también una especie de gurú para muchos actores de Hollywood. La primera pregunta que me viene a la cabeza tras ver que pasó gran parte de su vida drogado es: ¿por qué alguien habría de estar tanto tiempo bajo los efectos de las drogas? Tal vez, no lo sé con seguridad, la respuesta esté en que a mediados de los años 60 su mujer había tenido ya 3 abortos y dos partos en los que los bebés apenas vivieron unos días; Hunter y su esposa criaron un solo hijo, al que llamaron Juan (que más tarde escribiría un libro sobre la extraña figura de su padre). Por otra parte, ya sabemos que la vida en sí ofrece otras muchas desdichas que hacen que muchos se refugien en el alcohol o las drogas para poder sobrellevarla (aunque esto les lleve a la perdición, Nebraska). La época que le tocó vivir a Hunter en su juventud y madurez fue la de las turbulentas décadas de los 60 y 70 en los EE.UU. (recuérdese la guerra de Vietnam y el movimiento hippie). Apunto por último que Hunter murió en 2005 y que la causa de su muerte fue certificada como un suicidio (aunque algunos dudan de que se disparara en la cabeza con una pistola y afirman que el suyo fue un asesinato).
Fear and loathing in Las Vegas (1998) es una "road movie" (película de carretera) en la que se cuenta un viaje. Un viaje psicodélico lleno de alcohol y drogas. Está dirigida por Terry Gilliam (el realizador de las películas del grupo cómico británico Monty Python). La protagonizan Johnny Depp y Benicio Del Toro, en los papeles de Raoul Duke y Dr. Gonzo (que en realidad son el mismo escritor Hunter S. Thompson y su abogado, Oscar Zeta Acosta, un tipo al que le gustaba meterse en líos, según contó su propio hijo tras su desaparición en 1974). La película tiene momentos graciosos y también duros. Primero nos hacen reír las peculiaridades de sus dos personajes, luego, al reiterarse en mostrarnos los efectos de las drogas, como son los cambios de humor, trastocar la percepción de la realidad, responder con angustia o violencia a una situación peliaguda, etc., nos llega a saturar y percibimos aquello como un drama. El periodista Raoul Duke quiere describir el sueño americano buscando estos sentimientos en Las Vegas (la capital del juego, el sitio donde la gente tiene la ilusión de poder hacerse rico en un instante). A continuación, me gustaría comentar dos momentos del filme:
Estas son las caras que se encuentra en el coche que ha parado para darle un viajecito.
Esta es la cara que se le queda al muchacho al ver a estos dos pirados sobre ruedas.
Arriba encontramos a Johnny Depp como Hunter S. Thompson en una de las alucinaciones que le producen las drogas. Las Vegas no es un buen sitio para este tipo de cambios en las impresiones y sensaciones.
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